domingo, 10 de abril de 2011

Recuperando sensaciones

Para no perder la tónica de las últimas semanas, los días de entreno se han limitado al fin de semana.
El sábado salida con el club, después de toda la semana parado aparecían serias dudas sobre como responderían las piernas a las exigencias de los sábados. Aún está muy reciente el pajarón del domingo.
Por suerte este domingo era la marcha de Cervera y el grupo no quería malgastar ningún vatio. Iniciamos el paso por Costas a un ritmo excesivamente tranquilo, casi sin querer me quedé en cabeza junto a Miguel Ángel y otro compañero, entre los tres fuimos abriendo hueco hasta llegar a Sitges con una diferencia importante. El resto de la ruta hasta Cunit siguió la misma tónica. Coronando el Casino de Sant Pere Miguel Ángel acelera llevándome a rueda, el resto de compañeros observan impasibles, excepto Rodrigo que se sumará al dúo. Los tres vamos haciendo camino hasta llegar a Cunit en solitario bastante destacados. Sólo nos quedamos a almorzar unos diez de los treinta que iniciamos la salida. Muchos han dado la vuelta antes reservando fuerzas para el domingo.
Después de un buen almuerzo volvemos a arrancar, la ganas de batalla siguen ausentes. David y yo vamos tirando del grupo la mayor parte de la ruta hasta llegar a pie de Costas, allí se vuelve a cortar el pelotón David duda y se queda entre dos aguas. De nuevo Miguel Ángel, Rodrígo y Yo abrimos hueco, más que por nuestro ritmo, por la desidia del grupo. Así llegamos a la farmacia, punto de reencuentro e iniciamos ruta regenerativa por la autovía hasta casa.
 Las sensaciones fueron buenas, aunque los gallos no dieron batalla la media de la salida fue de 30,8 Km/h que no está nada mal. La media de la ida aún fue superior 31,8 km/h. Teniendo en cuenta que gran parte de la jornada fui tirando del grupo puedo estar contento con el devenir de la salida.



El domingo ante las dudas de quien saldría con el club, ya que la gran mayoría estaban en Cervera, he decidido salir de nuevo con Hospisport. Las dudas sobre como aguantaría la jornada volvían a aparecer. Nada más colocar el pulsómetro ya podía comprobar que las pulsaciones estaban más altas que de costumbre. La falta de entreno implica que cuesta recuperar los esfuerzos del día anterior. Mis piernas todavía estaban resentidas de la salida con el club.
Objetivo del día claro. Superar la salida. Olvidarse de entrar en batalla para llegar a casa pedaleando. Salgo con tiempo hacia el punto de encuentro ritmo muy tranquilo con cadencias elevadas para calentar.


Una vez con el grupo iniciamos la marcha dirección Begues. En las primeras rampas del puerto Gabriel empieza a abrir hueco. El resto del grupo seguimos detrás, me cuesta pero me mantengo a rueda de Sergio. Gran dilema, mis piernas resentidas y mi cabeza me decían que era ahí donde tenía que estar, pero mi parte combativa me incitaba a intentar coger a Gabriel. Hoy le he hecho caso a mi cabeza y he subido con Sergio todo el puerto. La verdad es que he subido cómodo. Eso si las piernas dolían. Gabriel viendo que no saliamos a la caza también ha subido contemporizando. En el tramo hasta Avinyonet Mariano ha acelerado el grupo, ritmo vivo durante los primeros compases de carretera favorable. Una vez que la pendiente cambia de sentido Gabriel y Nacho tomaban el mando del grupo y abren un pequeño hueco. Yo con Sergio. Después de pensármelo salgo a coger su rueda. Íbamos manteniendo la distancia y tragando aire, así que aumento el ritmo y rápidamente me coloco a su rueda, lugar que sólo abandonaba en las bajada para comandar el grupo. En las últimas rampas el grupo se rompe y nos quedamos solo Gabriel y yo.


Rápidamente llega Nacho. El grupo un poco más atrasado.


El resto de la ruta transcurre sin incidencia salvo por el viento que dificulta la marcha. Empiezo a sentirme cansado y con ganas de volver a casa. Paramos a almorzar.
Esta vez voy a volver por mis fueros y apartarme de los cafés y barritas de mis compañeros. Voll Damm y pedazo bocadillo de tortilla.


Iniciamos la marcha y las sensaciones han cambiado por completo, las molestias en las piernas han desaparecido y consigo mover el plato con facilidad. voy tirando y en bastantes ocasiones me quedo solo. Está claro que Gabriel no quiere entrar al trapo tiene pensado subir la Creu de l'Aragall. Llegamos a la subida a Gelida y subo perfectamente, incluso moviendo el plato en los primeros compases. Aquí Gabriel sube facilmente conmigo. Me encuentro con muy buenas sensaciones pero ya tenía claro que no iba a subir la Creu. Finalmente no subimos nadie. Unos por una cosa, otros por otra, todos volvemos juntos por Martorell. Este tramo final hasta casa me permite seguir tirando, eso sí acompañado de un fuerte viento de cola.
El almuerzo me ha sentado muy bien, o más bien como dice Alberto la Voll Damm me ha sentado muy bien a nivel psicológico. No estoy como hace un mes pero quizás tampoco estoy tan mal como me he hecho creer.
A ver si con un poco de suerte puedo reiniciar los entrenos y recuperar la forma.



Nos vemos.

Mañana colgaré los datos del Garmin, hoy no funciona el conect.

lunes, 4 de abril de 2011

De dónde no hay no se puede sacar

Después de una semana en blanco y un mes de trabajo mal hecho, con pocas salidas, este fin de semana iba a ser la puesta en marcha definitiva . 
El sábado típica salida a Cunit. Ida rápida que provoca que se fracture el grupo al paso por el Casino de Sant Pere de Ribes. Continuos ataques que dan viveza al ritmo. Buenas sensaciones me mantengo en el grupo de cabeza e incluso puedo dar algún relevo. La vuelta cómo de costumbre se inicia con un ritmos relajado, una vez pasado los primeros kilómetros Edgar y Medina deciden animar la marcha. Ponen un ritmo exigente que provoca que más de uno se descuelgue a la altura de Vilanova. Una vez llegamos a Sitges, no se cómo me encuentro al frente del grupo. Voy llevando al grupo a un ritmo moderado, guardando algo para la parte final. Al llegar a media ascensión de la Maladona Edgar me da el relevo. Lo hace de una forma progresiva lo qué me permite mantenerme a su rueda. Ya a punto de coronar fuerza un poco más el ritmo lo que provoca que me separe unos metros de su rueda. A estas alturas el grupo se había reducido a seis. Edgar, Medina, Fede, Roca, Miguel Angel y Yo. En el descenso me tiro a cazar, sólo en el paso por curva soy más rápido que el grupo y me cuesta reducir la distancia. Fede se descuelga unos metros del grupo de cabeza para ayudarme a entrar, ¡Gracias!. Resto de la subida juntos hasta llegar a la parte final de Garraf dónde Medina lanza un ataque al que responden Edgar, Roca lo intenta pero se queda entre dos aguas. En la bajada gracias al esfuerzo de Miguel Angel enlazamos con Roca, los dos primeros están a unos 30 metros y realizan el sprint entre ellos, ahora mentiría si dijese quien entro delante. Parada en la Farmacia para esperar al resto de compañeros. Muy buenas sensaciones, todo el rato con el grupo de cabeza. La vuelta, aunque bien tolerada ha sido muy exigente, 33.1 km/h pasando costas y eso que los primero kilómetros se iba parado. Por la tarde poco descanso, el fútbol y como ya era tarde ¿Para qué cenar? 

Llegó el domingo y aunque tenía pensado salir con el Club cambié los planes y me fui con lo compañeros de Hospisport. Sergio, que acababa de ser padre, podía escaparse y quería felicitarle. Menos mal que cambié los planes. Quedamos a las 7:20 en Sant Boi y nos dirigimos hacia Montserrat, antes de llegar realizamos un bucle por Vacarisses. La subida se realiza a un ritmo exigente a las primeras de cambio nos quedamos Sergio Gabriel y Yo. finalmente coronamos Gabriel y Yo. Las piernas molestan, se nota el cansancio del día anterior pero nada de qué preocuparse. Las sensaciones son similares a otros días en los que he doblado.
En la bajada reagrupamos con los dos Sergios. Sergio Yerno tira del grupo y Gabriel se corta, voluntariamente. Los dos Sergios y Yo seguimos a relevos, todo lo tengamos de ventaja en la subida es bueno y más en el estado de forma que está Gabriel. Justo al empezar el puerto nos caza y asume la cabeza en la escalada. Los Sergios se quedan y yo sueldo mi rueda con la suya. Los primeros kilómetros se realizan a un ritmo alto. Un par de kilómetros de subida y mis piernas empiezan a avisar que hoy no puedo mantener ese ritmo. Pero de eso me dí cuenta después. Me mantengo a su rueda y comento a Gabriel que no iba a pasar, estaba frito. Seguimos subiendo y en la parte más dura justo a la llegada a las barreras del parking una brusca maniobra por culpa de un coche consigue que las piernas se claven por primera vez. Gabriel me saca unos metros que recupero un poco más arriba. Subimos juntos hasta la última rotonda antes del monasterio.
Bajada sin dar pedales y a tomar un café. Vuelvo a cambiar mi hábito del bocadillo por un simple Aquarius. Al estirar para reemprender la marcha calambres en los musculos antagonistas a los estirados. Y a posteriori otra mala decisión decido seguir con el grupo a pesar de los amagos en lugar de volver directo. A partir de aquí todo es un suplicio. En la primera subida de la vuelta la de Vacarisses voy manteniendo el ritmo, pero poco a poco los amagos son más fuertes y la pierna izquierda deja de funcionar, decido relajarla realizando tramos con ésta fuera del pedal sólo con la derecha. La verdad es que al volver la subida los calambres dejan de ser tan continuos pero cuando vuelve la exigencia... Lo peor llega en la subida de Tarrasa dirección Martorell. Aquí ya tenia claro que no llegaría a casa. De dónde no hay no se puede sacar y mis piernas estaban sin nada de energía. La mala alimentación prevía, todo el gasto del día anterior, y la falta de entreno para poder seguir el ritmo de días anteriores habían acabado conmigo. Para quién me conoce sabe que si me hubiese quedado algo habría llegado dando pedales, lento, muy lento, pero pedaleando. Pero esta no era la situación estaba completamente vacío y si hubiese llevado suficiente dinero habría cogido un taxi allí mismo. Veía el final de la subida y no llegaba nunca. A cada pedalada se clavaba un grupo muscular, me planteé parar para romperme nada. Las piernas estaban totalmente vacías. Finalmente me arrastré hasta la cima como pude. Seguía los carteles de Martorell pensando únicamente en los FFCC. En la bajada estaba el resto del grupo ellos tiraban para MolinsFFCC y hasta Sant Boi. 


Desde allí a casa vuelta a pedalear, había recuperado algo pero continuaban las contracturas. Porque iba mal de tiempo, sino vuelvo en autobús. Tengo que dar las gracias a Sergio y Nacho cuando empecé a quedarme se quedaron para tirar de mí, pero chicos me era imposible seguir ninguna rueda. Estaba roto. 
El resto del día medio sonámbulo como habéis podido comprobar ni siquiera escribí la crónica.
Esta semana el calendario no augura mejores presagios para poder entrenar. Toca paciencia y poco a poco recuperar la forma.
Por suerte no me fui con la grupeta. En su ruta no se si había estaciones.
A veces hay que agacharse para coger impulso y saltar más alto.

Nos vemos.