domingo, 27 de marzo de 2011

Caprichos del cielo

Esta semana se pintaba que iba a ser bastante productiva. Los problemas respiratorios ya estaban dando sus últimos coletazos y no tenía muchas obligaciones que me impidiesen salir entre semana. Nada más lejos de la realidad. La semana ha concluido con unos miseros 147 kms. 
El lunes decidí quedarme en casa a descansar, la paliza a la que sometí a mis piernas el día anterior así me lo pedía. El martes lo dejé todo preparado para poder salir justo después de trabajar. La intención era realizar unos 100 kms a un ritmo alegre. Finalmente se quedaron en 81kms lo de ritmo alegre fue más bien ritmo para llorar. Alguien se dejó la puerta abierta y las ráfagas de viento fueron importantes. Al salir de casa, me las prometía muy felices. La idea era llegar a l'Arboç, subir por el Patano de Foix y volver por Begues. El ritmo hasta el inicio de Costas fue altísimo, velocidades próximas a los 40 km/h casi sin esfuerzo. Al llegar al inicio de cuesta se descubrió el secreto. El aire que hasta ahora soplaba de culo roló y empezó a entrar de costado. Algunas de las ráfagas conseguían dejarte completamente parado. Una vez en Sitges el sentido común me decía que diese la vuelta, no era el día más adecuado para salir en solitario. Pero como de costumbre no le hice caso. Eso sí decidí acortar un poco la ruta por Olivella. A los pocos kilómetros el aire empezó a entrar de cara, avanzar se convirtió en una dura lucha. Con el avance de los kilómetros me fui tostando poco a poco hasta desfondarme por completo. La falta de salidas de estos últimos meses han mermado mi fondo y en estas condiciones se echaba de menos. Llegué a casa destrozado física y psicológicamente. Uno de esos días en los que te piensas ¿para qué? Los kilómetros no pasan estas completamente roto y aún te quedan 35 kms para llegar a casa, la gran mayoría picando hacia arriba. Con este panorama os podéis imaginar, Miércoles descanso, y jueves y viernes también. En condiciones normales con los 95 kms que solemos hacer todos los sábados y los 150 del domingo la semana hubiese estado muy bien, pero la cosa no ha sido así. 
El viernes por la noche una cena, y una cosa lleva a la otra.... Al final el sábado 0 kms. 
Aún quedaba el domingo. Teníamos pensada la salida de las cinco cimas. Viladecans-Avinyonet-Ordal-Creu de l'Aragall por las dos caras y vuelta por Ordal y Begues. Los pronósticos climatológicos eran inciertos. Dónde unos decían que llovería otros aseguraban que aguantaría, como muchos unas gotas. A las 6:00 h, las 5:00 h con el horario de invierno ha sonado el despertador. Noche cerrada. Desayuno, nos vestimos de romano y al punto de encuentro. A las 7:00 h con una puntualidad suiza iniciamos la marcha. Algunos para evitar el ritmo del grupo han salido antes y han iniciado la subida a Begues en solitario. Aunque no se sube a muerte el ritmo impuesto por Angel en la subida se hace duro. Sufriendo consigo coronar con el grupo. Un poco de moral, ya me hacía falta. Una vez arriba reagrupamos con los que habían subido antes y proseguimos la marcha. Nada más pasar el pueblo empiezan a caer las primeras gotas, que rápidamente se convertirán en una fuerte lluvia. Algunos integrante del grupo deciden dar la vuelta. Yo sigo. Unos kilómetros más adelante me planteo dar la vuelta pero tras hablar con Juan Carlos, que pensaba que en breve pararía, decido seguir. Llegamos a tAvinyonet totalmene empapados, los pies como si estuviesen metidos en cubos de agua, la badana totalmente empapada... Decidimos abortar la subida a Creu de l'Aragall y volver por el Ordal. No era cuestión de jurárnosla ni bajando la Creu, ni volviendo por Begues. La subida al Ordal se ha hecho a ritmo alegre pero el pelotón se ha mantenido unido. En el descenso el grupo se ha partido un poco. La peligrosidad de la carretea y la bajada de prestaciones en los frenos hacían que nos lo tomásemos con calma. Los que podían. Mis frenos de carbono en estas condiciones se han convertido en un adorno y a duras penas podía reducir la velocidad de la bicicleta. Por suerte la bajada se ha realizado sin incidencia y mojados, eso sí, hemos llegado a Sant Boi, dónde nos hemos cruzado con los compañeros de Hospisport. No he parado, en esos momentos sólo quería llegar a casa, en concreto a la ducha calentita. Unas rotondas más alante pequeño susto, Parron ha patinado en una rotonda y se ha ido al suelo. Por suerte no ha sido nada y todos hemos podido esquivarlo. Vuelta a la bici y a casa. Total 66 kms a 29 km/h de media.
Parece mentira los caprichos del cielo, por la mañana hemos tenido que reducir la ruta con un tiempo de perros, ducha y a dormir un rato. Al levantarme sorpresa una mañana increíble que se ha mantenido el resto del día. No decían que al que madruga Dios le ayuda.
Hoy vereis que no hay datos de las dos salidas, problemas técnicos, posiblemente relacionados con la meteorología  han impedido poder subirlos. Espero poder solucionarlos.

Nos vemos.

domingo, 20 de marzo de 2011

Stop & Go

Hoy por fin he vuelto a sentir el viento al rodar con la flaca. La semana no empezó muy bien. Los problemas respiratorios que parecían se habían empezado a solucionar en la salida anterior, se agudizaron. Así que tocaba parón para recuperarse. La semana transcurría y la tos y el estado general no mejoraba, llegábamos al viernes sin haber podido rodar ni un kilómetro y muy malas sensaciones. Cómo se suele decir en casa del herrero cuchara de palo. Al final el viernes decidí que algún compañero me echase un vistazo. Rx y principio de neumonía. Por suerte al iniciar ATB el mal estar fue mejorando, no la tos,  y me envalentoné para salir el sábado.
El despertador sonó a las 6:40, las sensaciones no eran nada buenas pero las ganas muchas. Iniciamos la preparación y ¡90 pulsaciones por minuto! recién levantado. Casi el doble de lo habitual. Tras comprobar que el Garmin no funcionaba mal, fuera trastos y muy a mi pesar a la cama a descansar. El domingo volveríamos a intentarlo.
Para el domingo las Ratas que no iban a Vilafranca, (menos mal que no me llegó la licencia a tiempo y no me pude apuntar. Si llego a ir en estas condiciones hubiese sido muy duro) realizaban la ruta Torredembarra ida y vuelta. Ida por Costas y vuelta por Begues.
Esta vez al despertar las sensaciones eran mejores, las dosis previas de ATB iban haciendo su trabajo. Me preparo y al punto de encuentro. A las 7:00 se inicia la marcha, ritmo no muy exigente dirección a Castelldefels por la autovía para recoger al resto de componentes. Al llegar al punto de encuentro, a pesar de no ser la hora, éste estaba desierto. Continuamos ruta e iniciamos Costas. Aquí el ritmo se hace más exigente y la tos vuelve a hacer acto de presencia. Parrón y algunos relevos de Carloso nos hacen pasar este tramo con más pena que Gloria, eso si conseguimos no soltar al grupo de cabeza y alcanzamos a los compañeros de Castelldefels que en previsión del ritmo habían salido antes.
Al llegar a Sant Pere de Ribes, dos miembros del grupo deciden dar la vuelta por Olivella. Uno de ellos Parrón, muchos nos hemos acordado de su ritmo en Costas. Los kilómetros han ido pasando y hasta Cubellas no ha habido nada que resaltar. Allí Juan Carlos que iba tirando del grupo ha aumentado el ritmo consideráblemente, yo a duras penas podía seguir su rueda pero no quería cortar al grupo. La verdad no se como se ha producido pero cuando he vuelto la cabeza, después de un buen rato, el grupo se había cortado y había distancia. Juan Carlos que no se había dado cuenta, se encontraba bien y seguía con su ritmo. No ha sido hasta pasado Cunit cuando un semáforo ha frenado el ritmo y ha visto el daño que había hecho. Hemos continuado a ritmo mucho más calmado para ser engullidos por el grupo. Con el nuevo ritmo si que podía darle algún relevo que otro aunque él ha llevado la cabeza la mayor parte de los kilómetros. Hemos hecho la subida al Vendrell y ni rastro del grupo. No ha sido hasta poco antes de llegar al Arc de Barà dónde el grupo comandado por C.Gámiz nos ha devuelto a su disciplina. Así hemos llegado a Torredembarra y hemos iniciado la vuelta previa parada en Arc de Bará para almorzar.
Nadie conoce mejor su cuerpo que uno mismo. Dos salidas en 15 días, recuperando la bomba de combustible, y el esfuerzo realizado en la ida que nos indican los 33, 3 km/h de media me hacían prever que la vuelta no iba a ser gratificante. Por otro lado hoy tenía hora de llegada. A mi mujer le tocaba trabajar y tenía que llegar para quedarme con la pitu. Con todo esto en mi cabeza y  teniendo en cuenta que mi idea inicial era dar la vuelta en Cunit, he decidido hacer un stop and go. Vamos que ni me he sentado, Coca-Cola y a rodar. Todos me comentaban que era temprano, y es verdad serían las 9:30 pero como he dicho tenía serias dudas de poder aguantar el ritmo del grupo a la vuelta y si lo intenta y me quedaba no llegaría.
Nada más iniciar la vuelta empezaba a dudar de la decisión. Un fuerte viento de cara se oponía al avance. Rápidamente han empezado a aparecer los primeros síntomas de cansancio. Bajo el ritmo y decido volver por Calafell. En caso de emergencia allí tengo estación de Tren . Mis fuerzas me abandonaban por momentos y cada vez me costaba más pasar de largo las estaciones, sólo el orgullo y el hecho de ir bien de tiempo ha hecho que llegase a casa dando pedales. A pesar de ir muy tocado iba pasando compañeros durante toda la vuelta. A lo lejos otro más. Un caja Rural. Al llegar a él era Rodrigo camuflada. Lo había alcanzado entrando en Sant Pere de Ribes. Él tampoco ha ido a Vilafranca y había decido salir solo. En la subida a Vallpineda le he perdido. Nos hemos vuelto a reagrupar en el semáforo de Sitges. Al iniciar la marcha se ha vuelto a quedar, pero una vez pasadas las primeras subidas de Costas ha enlazado conmigo y ha tomado la cabeza. A duras penas he podido seguirlo. Las piernas estaban vacías. 110 km y sólo una Coca-Cola en el estómago. La cabeza me decía que lo dejara, pero los ciclistas somos así, o explotamos nos enganchamos a la rueda como perros de presa. No sé cómo hemos coronado la Maladona juntos y al llegar a la última subida del Garraf cuando ya pensaba que lo había conseguido han sido las piernas las que han dicho stop. Explosión total. Fuera planto y tranquilamente para casa. Chapeu Rodrigo. Hacía tiempo que no me descolgaba en Costas.
En este paseo me he encontrado con Ramón del grupo de montaña, que volvía de la ruta. Saludos chicos. Ya en Viladecans me he cruzado con Mouriano. Creo que él no me ha visto ya que no ha devuelto el saludo. He llegado a casa totalmente vacio, pero he llegado sobre la bici. A ver si vuelven buenos tiempos y podemos volver a entrenar entre semana. Por cierto me encuentro mejor. La tos está prácticamente erradicada.
Aprovecho para saludar a las ratas que ha ido a Vilafranca y a los compañeros de Hospisport que también habían decidido ir. Espero que os haya ido muy bien chicos.



Nos vemos

domingo, 13 de marzo de 2011

El hombre del tiempo acertó

La semana había empezado muy bien, como os conté en la entrada anterior el lunes, Sergio y yo nos hicimos unos 71 km. Por desgracia no siguió la progresión. Por unas y otras razones, entre las que se incluye un importante resfriado no he podido tocar la bici hasta esta mañana.
El sábado, estaba bastante perjudicado, con una tos de ultratumba, pero estaba decidido a salir. Los que hacemos ejercicio sabemos que no hay mejor forma de dejar atrás un resfriado que realizando una salidita. No queda ni rastro de moco en los pulmones, si llegas vivo a casa. Al sonar el despertador las previsiones meteorológicas para la zona se habían cumplido. Estaba cayendo bien y no era cuestión de salir con el trancazo que arrastraba, así que media vuelta y a la cama a descansar.
El resto del día en casa, no era plan de salir en las condiciones en las que me encontraba. Sólo abandoné la guarida para comprar unos antigripales ya que la cosa iba en aumento. Comprobando el parte meteorológico parecía que el domingo se podría salir. La lluvia cesaría a las 2:00. En cambio si mirábamos por la ventana no podíamos ser muy optimistas. A las 00:00 continuaba lloviendo.
A las 6:20 suena el despertador, y sorpresa, la previsión se ha cumplido. A vestirse rápido y al punto de encuentro.
La teoría decía que hoy tocaba sufrir. Al paso por costas el ritmo se acelera y empiezan los problemas, las piernas queman y lo peor, la tos me impide respirar, parezco un caracol. El grupo se parte y me quedo en el segundo vagón. La distancia se va manteniendo y parece que puedo respirar un poco mejor por lo que aprieto y en unos kilómetros consigo enlazar. Poco durará la alegría. Un coche se interpone entre el grupo,  un compañero y yo. Distancia suficiente para no poder coger rueda en el acelerón definitivo después de Vallcarca. Aquí empiezan las dudas. La cabeza me dice que de la vuelta y vuelva a casa, ya vendrán tiempos mejores. Al llegar a Sitges espera para reagrupar. Al parar vuelve la tos incesante. Hago caso omiso y prosigo la ruta. Llegamos al punto de parada sin problemas, eso sí todo el día a rueda. Algunos no paran y deciden emprender el regreso a casa.
Después de recargar pilas empezamos la subida a Font-Rubi. El ritmo es muy intenso y cuesta seguir la rueda de Carloso que nos lleva a todos con el gancho. Una vez llegamos a Guardiola de Font Rubi, aún quedan 9 kilómetros exigentes. el ritmo de Carloso destroza el grupo y para rematarlo, Juan Carlos entra al relevo dejando sólo a 5 integrantes en el grupo de cabeza. A duras penas pero aguanto con ellos. Pasamos a un pelotón de ciclistas, dos de ellos entran al trapo y se colocan a rueda. Instantes después pasan a la cabeza del grupo acelerando el ritmo. Su esfuerzo no fructifica y las cinco ratas seguimos a rueda. Carloso decide poner las cosas en su sitio y vuelve a tensar la cuerda, conseguimos aguantar Juan Carlos, Ángel y Yo. a los pocos metros viene Gabriel. Así sufriendo vamos devorando kilómetros y en el momento justo cuando iba a desistir llegamos a la cima. Bajada regenerativa y a esperar al grupo.
Una vez todos juntos emprendemos camino dirección Vilafranca. El terreno pica hacia abajo y a velocidad es alta. Llegamos a Avinyonet sin problemas. Desde aquí hasta Begues vuelven las escaramuzas. Carloso y Juan Carlos siguen con su lucha particular, lo que hace que los demás vayamos con la lengua fuera. La velocidad en este punto supera los 32 km/h y vuelve a cortar al grupo. Volvemos a quedar Ángel, Gabriel y yo intentando mantener las embestidas de los dos fieras. A las puertas de Begues ataque descomunal de Carloso, al que responde Juan Carlos  que no logra coger rueda y se mantiene a unos 25 metros. Por detrás los antes mencionados a unos 50 metros de Juan Carlos. Ángel asume la responsabilidad de la caza. Yo bastante tenía con ir ahí. Finalmente Carloso desiste y en la variante de Begues nos reagrupamos. Pero al empezar la pequeña subida inicial Juan Carlos inicia otro arreón. Unos kilómetros después volvemos a enlazar velocidad de crucero por la variante de 44 km/h y eso que pica para arriba. Iniciamos la bajada todos juntos. El tráfico impide que nuestra velocidad sea superior, dirijo el grupo en la bajada sin intención de irme sólo. No queda bien ir todo el día a rueda y al final irme. Así que simplemente me dejo ir. Llegamos todos juntos al final y esperamos al resto del grupo.
Una vez todos juntos a casita. Hoy era un día para sufrir, mis condiciones de salud no eran las idóneas tos, tos y más tos. En cambio he aguantado en cabeza toda la ruta a ritmos bastante elevados.
Así que ¿Qué llevarán los antigripales?

Al final unos 226 kms esta semana. Aunque no se ha conseguido superar los 250 kms es para estar contento si tenemos en cuenta que sólo hemos podido salir dos días.
A ver si la semana que viene es más productiva.

Nos vemos.

lunes, 7 de marzo de 2011

Empezó la temporada

Este domingo empezaba la temporada de salidas con el club. Entre semana pude salir el martes. Sólo fueron 50 minutos rodando por la autovía, pero sirvieron para no perder el contacto con la bicicleta durante muchos días.



La siguiente salida fue el sábado. Después de unas semanas sin realizar la ruta de Cunit era el momento de retomar la rutina. Salimos a las 7:45 de Castelldefels. El ritmo aunque exigente en muchos tramos no fue el peor que he vivido en esta ruta. El peor, o mejor momento, según como se mire se produjo en Costas a la vuelta. La coincidencia con otros ciclistas desencadenó una bonita lucha de mucho nivel. Los grupos se fragmentaron en múltiples paquetes. Sufriendo pude aguantar la cabeza del grupo durante toda la batalla.



El domingo era el día D. Inicio de las salida dominicales. A las 7 estabamos en el punto de salida. Nos juntamos más de 40 ciclistas. La ruta del día consistía en ir y volver a Tarragona. Iniciamos ruta por la autovía, al pasar por Castelldefels recogimos al resto del grupo e iniciamos Costas. El ritmo impuesto ya indicaba que la jornada sería interesante. A Sitges sólo llegamos unas 10 unidades, entre las que me incluía. Reagrupamos y seguimos dirección Tarragona. La subida al antiguo casino de Barcelona se sube a ritmo exigente pero el gran grupo se mantiene compacto. Continúos latigazos nos lleban a la subida del vendrell donde el grupo se romperá en tres unidades, que no se volverán a unir hasta que los primeros giren en Tarragona.
Mis sensaciones son buenas y me mantengo en el grupo de cabeza en todo momento, sólo algún momento de dificultad en forma de amago de contractura,en el repecho de Altafulla, pero lo consigo superar facilmente a rueda del grupo.
En la primera rotonda de Tarragona, iniciamos el camino de regreso. Al poco rato de iniciada la vuelta nos cruzamos con el primer paquete perseguidor, que nos se nos une. Un poco más tarde se nos incorporará el segundo grupo. Así todos juntos nos dirigimos a buen ritmo hacia Arc de Barà, lugar elegido para el almuerzo. El tamaño de sus bocadillos es ideal para nuestra ruta, y mis piernas me piden descanso. Sólo hay que mirar la media que indicaba el velocímetro de uno de los compañeros del grupo de cabeza, a punto de llegar a los 35 km/h. Algunos compañeros deciden no parar y prosiguen la marcha.
Una vez finalizado el refrigerio reiniciamos la marcha, el ritmo sigue siendo exigente, mis piernas van notando el paso de los kilometros. Desde la Quebrantahuesos no había acumulado tantos kilómetros en una salida y eso se nota. A pesar de los pequeños amagos de contractura puedo seguir la rueda del grupo con bastante facilidad. Algunas unidades optan por bajar el ritmo y continuar hasta casa a su ritmo, fuera de la tutela del grupo.
Nos acercabamos a la parte más exigente de la vuelta, el segundo paso por Costas del Garraf. Ruta que no supone ninguna dificultad, es más el día anterior la había realizado metido en plena batalla, pero esta vez, con 150 km en la piernas y una borrachera de ácido láctico importante, no iba a ser lo mismo. Iniciamos la subida a ritmo alegre, aunque no tan exigente como el sábado. Las conracturas fueron a más y al llegar a la subida de la Maladona mis piernas dijeron prou. Muy a mi pesar, fuera plato y calzo el 25. Aún así tengo dificultades para subir. Velocidades de 15 km/h aparecen en la pantalla del Garmin. Me había vaciado por completo, o más bien tenía las piernas a punto de explotar del ácido láctico acumulado. Hasta ese momento la media era de 34 km/h.
Por suerte el tio del mazo me pego casi en casa, 15 kms más y me planto casa. Recorro como puedo los tres kilómetros que faltan para finalizar el puerto y me reuno con el resto de compañeros. Mientras comentamos la salida, llega algún que otro rezagado. Al final media de 32,5 km/h en 165 kms.
Después de comer coche y para Torredembarra a pasar un par de días. Eso sí la bici al coche. Y ya había que tener ganas. En ese momento no podía ni andar. Al llegar, directo a la cama.



A última hora de la tarde llamada a Sergio, que estaba en Comarruga y quedamos para el domingo. Quedamos a las 9 en Roda de Barà. No era cuestión de madrugar mucho. La rutina de madrugar hace que a las 7 ya esté en pie. Cómo tenía que estar a las 11 en casa, decido vestirme y salir. A las 8 estoy dando pedales y cuando me reuno con Sergio ya llevo unos 25 kms. Una vez junto seguimos la marcha a ritmo tranquilos, sólo pertubado por alguna que otra serie.



Al final el objetivo semanal se ha cumplido. Semana con 287 kms. Restamos a la entrante 71 kms y conseguimos realizar en tres días consecutivos 333 kms.
Vamos por el buen camino.

Nos vemos.