Una de Cal y una de Arena

En la última entrada del blog, relataba como por fin había vuelto a conseguir el objetivo de 250 kilómetros semanales. Pues bien esta semana hemos vuelto a la senda de las semanas anteriores.

Ha sido la peor semana del año. Una gastroenteritis y unos problemas dentales me han mantenido en el dique seco hasta el día de hoy. La verdad que han sido un puerto duro de superar, pero por suerte ya pasó.

Hoy he salido en MTB, hacía tiempo que no montaba por montaña. El recorrido hacía el punto de encuentro me ha servido para recobrar sensaciones sobre la gorda. Una vez en Castelldefels reencuentro con el grupo. Por desgracia, Oscar no ha podido venir, esta noche ha empezado con los mismos síntomas que yo el lunes pasado.

Una vez hecha las presentaciones hemos iniciado la marcha. Hoy he conocido a nuevos integrantes del grupo que se han unido en estos meses de retiro. En especial Tomás con el que hemos compartido muchos momentos de cháchara en la parte final del recorrido, a parte de la bici los dos compartimos el interés por los avances tecnológicos. 

Hemos subido hacía Begues por el denominado "Jabalí". Aquí ya he podido comprobar que había niveles muy dispares en los integrantes del grupo, lo que invitaba a las largas esperas para reagrupar. Esto no es lo mismo que en carretera, aquí no hay rueda que valga y si el ritmo no es el tuyo te quedas al instante. Después de unos momentos de debate conmigo mismo en una de las esperas, he de reconocer que en algún momento al inicio de la ruta he estado tentado a seguir en solitario para aprovechar el día, a nivel de entreno me refiero. He decidido seguir con ellos, y me alegro. Aprovecharía las subidas, que hoy han sido muchas y con porcentajes elevados, para realizar series de fuerza resistencia. 

En la bajada hacía Can Amat uno de los nuevos compañeros ha roto el buje trasero y ha sido baja obligada para el resto de la salida. Una vez en Can Amat ,subida hacía Can Feral dirección Begues. Subida por la trialera del "water" para llegar a la carretera y seguidamente al pueblo. Desde allí cogemos dirección al "Montao" evitando la carretera y subiendo por la pista. Porcentajes de más del 24% suerte que gran parte de la pista era de cemento. Una vez arriba a deshacer el camino y bajada por el Campo de Tiro Militar.

He llegado a casa con una sensación agridulce, por un lado había vuelto a ver a Tomás, Santi y he conocido a los nuevos miembros del grupo. He vuelto a reencontrarme con las trialeras, tanto de bajada como de subida. Con esos porcentajes salvajes que junto con la falta de adherencia te hacen sufrir para conseguir llegar a la  cima, esos caminos cerrados con múltiples sorpresas cómo la piscina que me he encontrado en uno de ellos, y yo de blanco. Por otro lado la salida me había parecido poco, 52 kilómetros el único día que he podido salir esta semana.

Una vez en casa después de analizar los datos del Garmin, se puede ver que la salida no ha sido tan mala. Las series en subida me han elevado la media de pulsaciones, es más, parece que he ido todo el rato a tope, ya que los ratos de espera no quedan registrados al pararse el GPS.

La semana que viene, en principio no será muy fructífera en salidas entre semana. Sólo lunes y martes albergan algún hueco para rodar, eso sí por motivos muy diferentes a los de esta semana. 

Espero el fin de semana recuperar el tiempo perdido. En principio empieza el calendario de salidas del Club y el domingo vamos a Tarragona. Entre los dos días pueden caer unos 260 kms. Ya os contaré.

Nos vemos.